4
Hay trenes que no acaban de llegar
y trenes como el tiempo
que nunca se detienen.
Hay trenes que son dudas
y trenes que no existen y tomamos.
Trenes entre paréntesis,
guardagujas en medio del desierto.
Hay trenes inventados por la espera
y trenes que atraviesan, vacíos y atrevidos,
los desiertos que somos, piel adentro.
Cómo ángeles enfermos
gimen su sed los huesos deseando
el agua mineral del horizonte.
Hay trenes blancos como el luto chino,
como el insomnio, música de huellas.
Esqueletos de tren, radiografías
de infancias felizmente fallecidas.
Hay trenes que chirrían en los huesos
y trenes que transparentes que atraviesan
el cielo como el tiempo, como aves
que nunca anidan, nunca se detienen.
Juan Vicente Piqueras
(No me detengo)