04 febrero, 2007

Inciso



Ahora, que son las 23:15, cuando mis amigos se acaban de ir; ahora que sólo he dejado encendida la lampara de pie color naranja (de los años setenta que me regalo la señora Wenzel porque pertenecía a su padre y su padre murió y quería deshacerse de ella y a mí me venía de perlas porque mi casa estaba vacía y el dinero siempre escasea). Ahora, mientras suena Antonio Carlos Jobim como un eco lejano perdido entre las luces rojas que veo a lo lejos; Ahora que echo un vistazo por vuestros territorios y sigo escuchando el agua caer en la cocina, me doy cuenta de todas las personas que soy dentro de mí misma. Todos esos nombres que desembocan en el mismo puerto.


No soy la que quise haber sido, ni la que creí ser. No pensé vivir en una casa de paredes blancas, tan blancas, sin embargo en las estanterías hay un cesto de manzanas que perfuma lo que escribo; tres piedras de volcán que yo misma recogí en la arena; fotografías que me recuerdan que estuve en un desierto en Holanda (fue una delicia descubrir a Paul Signac allí, en medio de la nada y de todo); un tablero de ajedrez de una madera tan fina... Está Rosa sonriendo , ella es mi bienvenida; y un marco de cristales azules vacío. Tantos libros. Me quedan muchos por leer, porque leo despacio. Entretanto aprendo a escribir un diario con Trapiello.
Mientras estés tú aceptando esas formas mías asimétricas de ser...


No lo olvides : detrás de todos aquellos nombres, siempre estaré yo.




9 comentarios:

NáN dijo...

Imagino que la lámpara de pie da una luz naranja (aunque no tiene por qué, si solo es el pie), a Jobim desde lejos. A mí me resulta agradable, porque tiendo a cansarme (no sé si por la edad o porque necesito volver a dar mi ritmo a lo que pienso), esa sensación cuando todos se van, quedándome con poca luz. No te conozco, no sé si tú sentiste eso a las 23:15.

Creo que todos iremos estando en deuda con Trapiello: porque por la conciencia de aprender iremos disfrutando más de tus ganas escribir.

Es de mañana y me tengo que ir. Ojalá el trayecto en metro fuera de una hora (ya me entiendes).

¿Sabes que hasta este momento no había pensado nunca que "Inciso" viene de "incisión"? La familiaridad con las palabras hace que no prestemos atención, a veces, a lo que son. Sería terrible que nos pasara eso con las personas más cercanas.

Buena semana.

Paralelo 49 dijo...

La luz que da esa lámpara Nán, es almíbar. Ese color suave e indefinido que queda al sacar los melocotones del jugo tan dulce, pues ese. La sensación de la que la hablas es parte del encanto de estas cenas que cuando ellos se van, o cuando él y yo regresamos, todavía queda un espacio acogedor en la noche para tomar la último pacharán (o el último té); todavía queda un hueco para estar y rescatar todo lo que nuestro pensamiento quiera.

Yo tampoco me había dado cuenta y eso que antes de poner ese título “Inciso” lo busqué en el diccionario. Sólo me quedé en (incisus) y en las dos entradas. Pero ahora que lo has dicho lo he estado buscando y sí!!!
Sería terrible. Es terrible que nos pase (fue terrible que a mí alguna vez me pasó)

Yo descanso hoy, pero Buena semana Nán!
Buena semana a todos!! No sufran! el dolor del lunes es breve!

Y las ganas de escribir... Quiero, Clamo su regreso! Que me las devuelvan!

pd Nán ¿cúantos centimetros ocupará una hora? Quién sabe…

Anónimo dijo...

ay, desde el trabajo solo abrir para decirte que Robel quiere conocer la dirección de tu blog (y que a mí me gustaría poder poner el enlace al tuyo en el mío, por comodidad).

Espero permisos o denegaciones.

Paralelo 49 dijo...

Ay! pero que se van a pensar que es un superblog! y este lugar es muy modesto. Como un vagón de tren en medio de un bosque!

Sí claro! (con lo tímida que soy!) Gracias!

Lara dijo...

pues qué bien que te dejaste convencer

leer tu blog

es como estar en otro país

con una luz tenue en la ventana

y el silencio de un gato a la espalda

y un mullido edredón

de

bienvenida

Paralelo 49 dijo...

Gracias Lara,

Es la forma de mirar tú...

Me gusta mucho est comentario tuyo, así, con sus saltos, como si estuvieras jugando a la Rayuela. Es genial

Sabes, a veces cuando apago la luz, salgo a la ventana a ver como haces un muñeco de nieve con tus manos.

(Ven siempre que quieras al calor de esta lumbre)

Rober dijo...

Las formas asimétricas de ser son las únicas que me interesan.

lo primero, darte las gracias por abrirme esta puerticita a tu mundo.

Segundo, los lugares modestos son los que más suelo frecuentar en mi día a día.

Tercero; No hay nada nuevo que decir, si no formas e inteciones de hacerlo.

Cuarto; Lo mejor de vivir a destiempo es que no hay sensación de que se pierda (hagas lo que hagas)

Quinto; Me interesa lo sencillo porque es el descanso de la gente complicada (no recuerdo quién lo dijo)

Sexto; ¿te has fijado que inciso es incienso con algunas letras quemadas?

Anónimo dijo...

Me atreví a llegar al Paralelo 49 y me recibe una luz como de almíbar, como de dulce fruta escurrida y besos pegajosos.
Ya te conocía por la belleza, aquella que intentamos dilucidar con el escaso éxito de quienes saben que hay cosas inasibles, como la luz, como un paralelo, como las asimetrías que hacen de la vida un lugar calentito, donde el té mantiene encendido siempre las manos.
Yo te invito a mi océano, si te apetece, (oceanodegondal@blogspot.com), te presto los remos que no sé a dónde me llevan porque mi camino se hace cada día más incierto. Aprendiendo a verificar la dirección del tiempo antes de partir (¿lo aprenderé alguna vez?).
De momento, me alegro de encontrar más magia, más corazones con sal.

Paralelo 49 dijo...

Gracias. Mil Gracias Robel, por la delicadeza, por tu curiosidad, por hacer sentir que todo cuenta, que menos es más, que no importan lo lejos que queden los extremos, y por desvelarme
que incienso es incienso con algunas letras quemadas.Buscaré lo que me
queda en la ceniza perfumada.



Gracias Carmen, sí que lo recuerdo. Cómo no iba a recordarlo
si os veo cada día, pero mis paseos son silenciosos, por pudor me quedo en la puerta. Yo ya conozco tu océano verde, ese que tienes en una pared. Confieso que cuando he entrado voy a la deriva.Y el oleaje me ha dejado en lugares recónditos y preciosos. ( Gracias )


Los caminos son inciertos sí, qué más da a dónde vayamos... Y aunque el mar no es siempre navegable suerte que estais vosotros ahí compartiendo esta misma nave.

Es demasiado temprano, os dejo a todos seguir durmiendo. Un abrazo