Y vosotros en mí, alumbrándolo todo. Arropándome siempre tan dulcemente porque sabéis que aún soy tan pequeña y tan tímida; que miro de reojo, sonrío y me quedo sin saber qué decir.
...sucedió todo y nada. Me quedé tan desierto como el paraje de tu fotografía, que me ha recordado infinito al que me rodea en el preludio del verano. Se materializó el miedo, y las palabras se hicieron demasiado grandes para caber en cualquier parte sin parecer grotescas. Me fui deshaciendo poco a poco de mi otro yo, o fue quizá él quien se se diluía en medio de mi ausencia... Pero uno no acaba nunca de dasaparecer dentro. Tan solo se sienta en medio de las horas y los días, y espera hasta que comprueba que sí, que todo sucede de nuevo como un axioma de enciclopedia; vuelven las viejas estaciones, las tórtolas se marchan de nuevo con su vuelo infinitamente recto hacia el norte de áfrica, los viejos cafés recuperan esas tardes lluviosas de sábado (bizcocho de vainilla, música de cubilete de parchís, periódicos arrugados...). Poco a poco vuelve también la sensación de familiaridad con las palabras, acaso recién paridas en ese sueño embriagador que es dejarse ir hacia ninguna parte; y el fin se convierte en preludio...
Gracias por el interrogante, acabo de recordar que soy un pez y necesito boquear, como si besara el viento...
No, uno nunca acaba de desaparecer dentro. Pero... ¿Y si eso que a veces parece dejar de ser, y si eso a lo que intentamos renunciar, fuera lo más puro de nosotros? ¿Qué seríamos luego sin los mensajes que contiene el agua, sin la corriente, sin ese otro yo donde se filtra silenciosamente la luz más íntima? Alejados del mar donde boqueamos. Un universo inmóvil. Tal vez nada.
Me alegro que regreses a la sensación de familiaridad de las palabras. Yo sobre las 20:00 me sentaré en el porche con mi cámara esperando que regresen las bandadas de pájaros. Y me sobrevuelen.
Gracias Anónimo. A mí también me gustó mucho Basilio Sánchez.
Por cierto, sigo en España ocupando casa, ordendor, porche... gracias a a la amabilidad inagotable de Ala Delta y aunque una comienza a sentir esta casa como un nido del que cuesta partir, uno de estos días, como los pájaros de la imagen de arriba, volaré. Pero hasta que eso pase estaremos aquí.
aveces necesitamos perdernos para volver a encontrarnos,no importa lo inavitable que sea. Como lo mas Austral que conozco el glacial Perito moreno......te suena aladelta. Fer vara
Todo lo que decimos o callamos da vueltas y más vueltas abrazo de espirales que giran enredándose las curvas enlazadas a las curvas remolino de curvas que forman la palabra y su silencio agujero que busca sus paredes de vidrio para llamarse vaso tierra que busca el aire para llamarse halcón remolino de círculos que escapan de sí mismos de círculos abiertos enganchados forzándose a decir lo que callan y a callar lo que dicen no-palabra que busca que alguien la pronuncie para llamarse tiempo y palabra que busca la mano que la borre para llamarse amor no-palabra y palabra que se enredan mientras van por el aire y se olvidan de qué estaban buscando y se rozan se frenan se detienen de pronto un círculo o tifón dormido en el vacío un círculo al que un ojo sueña desde el vacío.
20 comentarios:
Ocúpalo.
Uffff
Si lo hallas,avísame, pero yo a ese paraje no vuelvo.Fackel: ella lo ocupa todo ¿No crees?
Evidentemente, Ala Delta, lo ocupa todo, todo...hasta...e incluso...lo que falta (que lo ocupe)
Ocupa hasta espacios que desconocemos y los hace resplandecer.
Y vosotros en mí, alumbrándolo todo.
Arropándome siempre tan dulcemente porque sabéis que aún soy tan pequeña y tan tímida; que miro de reojo, sonrío y me quedo sin saber qué decir.
:)))
qué hermoso espacio compartido.
gracias por ello
Gracias, Isabel. Bienvenida
...sucedió todo y nada. Me quedé tan desierto como el paraje de tu fotografía, que me ha recordado infinito al que me rodea en el preludio del verano. Se materializó el miedo, y las palabras se hicieron demasiado grandes para caber en cualquier parte sin parecer grotescas. Me fui deshaciendo poco a poco de mi otro yo, o fue quizá él quien se se diluía en medio de mi ausencia...
Pero uno no acaba nunca de dasaparecer dentro. Tan solo se sienta en medio de las horas y los días, y espera hasta que comprueba que sí, que todo sucede de nuevo como un axioma de enciclopedia; vuelven las viejas estaciones, las tórtolas se marchan de nuevo con su vuelo infinitamente recto hacia el norte de áfrica, los viejos cafés recuperan esas tardes lluviosas de sábado (bizcocho de vainilla, música de cubilete de parchís, periódicos arrugados...). Poco a poco vuelve también la sensación de familiaridad con las palabras, acaso recién paridas en ese sueño embriagador que es dejarse ir hacia ninguna parte; y el fin se convierte en preludio...
Gracias por el interrogante, acabo de recordar que soy un pez y necesito boquear, como si besara el viento...
No, uno nunca acaba de desaparecer dentro. Pero... ¿Y si eso que a veces parece dejar de ser, y si eso a lo que intentamos renunciar, fuera lo más puro de nosotros? ¿Qué seríamos luego sin los mensajes que contiene el agua, sin la corriente, sin ese otro yo donde se filtra silenciosamente la luz más íntima? Alejados del mar donde boqueamos. Un universo inmóvil. Tal vez nada.
Me alegro que regreses a la sensación de familiaridad de las palabras. Yo sobre las 20:00 me sentaré en el porche con mi cámara esperando que regresen las bandadas de pájaros. Y me sobrevuelen.
Bienvenido y gracias por tu comentario.
Par, preciosísimo post "Este asombro"
Gracias Anónimo. A mí también me gustó mucho Basilio Sánchez.
Por cierto, sigo en España ocupando casa, ordendor, porche... gracias a a la amabilidad inagotable de Ala Delta y aunque una comienza a sentir esta casa como un nido del que cuesta partir, uno de estos días, como los pájaros de la imagen de arriba, volaré. Pero hasta que eso pase estaremos aquí.
Por curiosidad ¿Hay alguien aquí de Tenerife?
Haberlos haylos
Claro que hay chicharreros palmeros por aquí.
Un saludo desde el chicharro, ó lo que es lo mismo Tenerife.
Alberto.
Amenazo con ir!
A ver si es verdad ¡y que yo lo vea! Planificación y respuestas.
Bueno primo yo no planifico nada. Y era una broma eh: No amenazo con nada.
Saludos Alberto!
aveces necesitamos perdernos para volver a encontrarnos,no importa lo inavitable que sea. Como lo mas Austral que conozco el glacial Perito moreno......te suena aladelta. Fer vara
Todo lo que decimos o callamos
da vueltas y más vueltas
abrazo de espirales
que giran enredándose
las curvas enlazadas a las curvas
remolino de curvas
que forman la palabra y su silencio
agujero que busca sus paredes de vidrio
para llamarse vaso
tierra que busca el aire para llamarse halcón
remolino de círculos que escapan de sí mismos
de círculos abiertos enganchados forzándose
a decir lo que callan y a callar lo que dicen
no-palabra que busca que alguien la pronuncie
para llamarse tiempo
y palabra que busca la mano que la borre
para llamarse amor
no-palabra y palabra que se enredan
mientras van por el aire
y se olvidan de qué estaban buscando
y se rozan se frenan se detienen de pronto
un círculo o tifón dormido en el vacío
un círculo al que un ojo sueña desde el vacío.
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