03 septiembre, 2008

A dream of her





Rara avis que te resistes al hervor del aire
No está tu herida en el ala, sino en la callada metáfora.



12 comentarios:

Unknown dijo...

mirada velada,perdida entre la suavidad de la pluma

(qué bonita)

carmen moreno dijo...

y no tenemos nada más que añadir

NáN dijo...

Qué cierto, nunca es la carne, sino la diminuta bioquímica que hemos amaestrado, y hemos sido amaestados por ella, para categorizar los sentimientos.

La metáfora no solo callada, sino oculta.

Paralelo 49 dijo...

Siempre guardais tantas cosas bonitas para mí...

Gracias Rachel, Carmen y Nán, por venir;

Y cada uno guarda la suya Nán ¿en la palma de la mano?

carmen moreno dijo...

Gracias por recibirnos. Aquí siempre se está de un modo diferente.

Anónimo dijo...

¿Es el ojo ficticio en la pluma del pavo real? Con frecuencia me paseo entre los pavos reales que abundan en un parque cercano. Tan desmesurados y soberbios, tan imperiosos, tan exhibicionistas, tan de creerse dueños del territorio. ¿Nos deslumbra más su despliegue o el colorido? ¿Y sus particulares graznidos, que concentran la atención de los paseantes? La sensibilidad llama a la sensibilidad.

Anónimo dijo...

Por lo menos resiste al hervor del aire.....qué ya es bastante.
El señor éste de encima con nombre tan raro (suponiendo que sea un señor,me refiero al género)conoce muchos movimientos,no sólo el de los pavos reales.¿Será sabio o sabedor?

Ala Delta dijo...

Érase una vez una pluma apelmazada en un bote de lata con cientos de compañeras en un kiosko de un zoo.
Una niña se enamoró de ellla.Valía 1.5 e. Me pareció humillante acceder a ese capricho,pero al menos sería algo que no se puede deshacer en la boca y desaparecer sin dejar rastro.Convenimos en que se la regalaríamos a "Ella".
La pluma fue tan zarandeada en el camino de regreso, que apenas parecía la misma. Por cierto, en el tranvía simulaba tener vida propia y rozaba a los viajeros. Pensé que nos iba a costar un disgusto con esos alemanes que no gustaban de ser acariciados por una cosa tan suave.
"Ella" la recibió como si fuera un tesoro y la colocó cubriendo sus desperfectos en un jarrón alto.
Ahora la veo aquí en el Paralelo convertida en poesía luciendo lo mejor y tapando con metáforas sus heridas. Creo que el pavo que fue desplumado ha recuperado toda la dignidad que perdió cuando lo desnudaron.
Y pienso en "Ella" en que a cada persona o cosa que toca, la convierte en belleza y misterio.

Paralelo 49 dijo...

Y yo nunca pude darle todos los besos que quise a aquella niña que se empeñó en la pluma del kiosko del zoo, la que pasearon por el Burger King (yo jamás aprenderé a hacer los pedidos en esos sitios, me stressan y no tengo ni idea de hamburguesas) y que luego me regaló.
Sí pude hacerle cosquillas en el brazo que le encantan. La niña dijo una tarde que me cuidaría y yo me hice la dormida y sonreí.

Los besos tendrán que esperar, T.


Fackel: yo los he oído más que visto. Antes pasaba por un puente donde se oían pero no se veían.
Gracias por tu comentario.
Pasa buen día, ¿sí?

Ala Delta dijo...

Me gusta ver el ojo y la poesía que lo acompaña

Anónimo dijo...

Evidentemente, hay metáforas poéticas que están cargadas de vida y expresión...que son lo mismo, ¿verdad?

Ala Delta dijo...

....Y hablando de expresión:Es un honor que esté usted!