Mirando esta foto, recuerdo un poema de J.V. Piqueras
Si dudas de tu sed, si no te atreves a preguntarle o a ponerle un nombre, si sólo sabes que buscas agua que la sacie y no hallas sino pozos, y en ellos ecos que te llaman, bebe...
Bebe sí y prueba a beber y buscar los pozos las fuentes las palmas de las manos que tomaban el agua del manantial otra boca la memoria ávida por la sed antigua por la sed de cada día por la sed calma por la sed insaciada por la sed que deberemos afrontar cuando la sed sea lo último que llegue a los labios del hombre más allá de la vida sedienta
Mamá, si estuvieras conmigo, sé que hubiera ganado por lo menos una horita de sueño. Pasearías tus huesos quebradizos y te las apañarías para que yo pudiera dormir, demostrando una vez más que” hace más el que quiere que el que puede”. Sé que este mensaje no te va a llegar, porque si yo estoy en el Jurasic Park en cuanto a tecnología, tú en el Paleolítico Superior o en Ice Age. Mamá, aunque tenga un carácter incompatible que sólo supera 72 horas de convivencia afable, quiero repetirte que admiro profundamente tu fuerza de voluntad.Ya te lo hemos dicho otras veces, pero quiero ser martillo pilón como tú. Tengo sed de ti, de sentirme protegida y tener la certeza de que contigo nada malo va a pasar. Como cuando Trinity se da un golpe y me pide las palabras mágicas y se alivia milagrosamente.Te felicito en la víspera para seguir esa costumbre tuya, que por cierto, me enerva. Feliz día de San Juan.
En alguna parte interna, ella las oye. Y te oye. Esa voz que no escuchamos los demás, ese oído que supera cualquier distancia intransitable (dentro y fuera de uno mismo) teneís las mamás. El cordon umblilical jamás se rompe.
Anda ven, vamos a bucear como hacíamos antes. Luego entraremos en aquella casa a oscuras, con cortinas de retales. Y atravesaremos el salón dejando nuestras huellas de agua por las que nos regañarán. Tenderemos los bañadores al sol antes de comer descalzas...
7 comentarios:
Mirando esta foto, recuerdo un poema de J.V. Piqueras
Si dudas de tu sed, si no te atreves
a preguntarle o a ponerle un nombre,
si sólo sabes que buscas agua
que la sacie y no hallas sino pozos,
y en ellos ecos que te llaman, bebe...
Me permito continuarlo a mi manera...
Bebe sí
y prueba a beber
y buscar los pozos las fuentes
las palmas de las manos
que tomaban el agua del manantial
otra boca
la memoria ávida
por la sed antigua
por la sed de cada día
por la sed calma
por la sed insaciada
por la sed que deberemos afrontar
cuando la sed
sea lo último
que llegue a los labios
del hombre
más allá de la vida
sedienta
magnífica foto: cada agua es un momento. Si no la bebes para esa sed, se va para siempre.
Y ya será cosa de la memoria.
Paralelo,Fackel, Nán and so on:
S ois la
E stancia de los
D uendes
Cuánta frescura me traeis. Una delicia vuestra compañía. Todo vale Fackel, Todo vale.
Nán, sí que es verdad y luego la sed escribe su memoria árida. Bebamos pues.
Ala Delta tu acróstico es genial. Sencillamente brillante. Genial.
Mamá, si estuvieras conmigo, sé que hubiera ganado por lo menos una horita de sueño. Pasearías tus huesos quebradizos y te las apañarías para que yo pudiera dormir, demostrando una vez más que” hace más el que quiere que el que puede”. Sé que este mensaje no te va a llegar, porque si yo estoy en el Jurasic Park en cuanto a tecnología, tú en el Paleolítico Superior o en Ice Age. Mamá, aunque tenga un carácter incompatible que sólo supera 72 horas de convivencia afable, quiero repetirte que admiro profundamente tu fuerza de voluntad.Ya te lo hemos dicho otras veces, pero quiero ser martillo pilón como tú. Tengo sed de ti, de sentirme protegida y tener la certeza de que contigo nada malo va a pasar. Como cuando Trinity se da un golpe y me pide las palabras mágicas y se alivia milagrosamente.Te felicito en la víspera para seguir esa costumbre tuya, que por cierto, me enerva. Feliz día de San Juan.
En alguna parte interna, ella las oye. Y te oye. Esa voz que no escuchamos los demás, ese oído que supera cualquier distancia intransitable (dentro y fuera de uno mismo) teneís las mamás.
El cordon umblilical jamás se rompe.
Anda ven, vamos a bucear como hacíamos antes. Luego entraremos en aquella casa a oscuras, con cortinas de retales. Y atravesaremos el salón dejando nuestras huellas de agua por las que nos regañarán. Tenderemos los bañadores al sol antes de comer descalzas...
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