25 abril, 2007

Allí estabas tú


A veces cierro los ojos y miro al sol. En esa oscuridad tan clara me viene al pensamiento la imagen de una fotografía. Un muchacho subido a un ciruelo, ese muchacho sostiene a un niño en sus brazos, con la protección atenta de estar a cierta altura. Ambos sonríen.

Y yo me refugio a la sombra de ese árbol.

***

A veces cierro los ojos y miro al sol. En esa oscuridad tan clara, escucho una voz que canta en francés. Abro los ojos, y allí estabas tú, naciendo cada día:

Rosa



3 comentarios:

NáN dijo...

Hoy he encontrado varios textos de calidad en los que se cierran y se abren los ojos.
Es como encender y luego apagar los otros sentidos.
Y el resultado son experiencias destiladas. Y textos sugerentes.

"Oscuridad tan clara"
Tan cierto.

(emoción tan reposada).

Paralelo 49 dijo...

Sí Nán es como un interruptor.

En algún punto hay una conexión que va más allá de los sentidos.

Un abrazo. Gracias por tu compañía.

Anónimo dijo...

El pintor Juan de Flandes tiene un cuadro titulado Retrato de una princesa española. Bueno, lo tiene la Baronesa Thyssen en su Museo. ¿Será éste el capullo que la princesa sostiene entre sus dedos? Pero en las manos de la infanta la rosa núbil se inclina y, tal vez, duda. (Qué símbolo tan hermoso, y tan profundo: el símbolo -y mira que los hay- por excelencia; sobre el mismo el especialista en mitos Joseph Campbell habla en su obra; creo que también Umberto Eco) Fackel te desea güte nacht.