15 enero, 2006

Suspensivos


Allá cada uno donde esté. Que la embriaguez de argenta te alcance. El aparente broquel tras el que el sol -apenas tibio- aguarda, es de materia impenetrable. Y yo me pregunto...¿Desde que piel?, ¿desde que hemisferio? ¿Desde que espiral te llama el rumor, el sonido?.

El eco…

A mí, desde la nada. Sin motivo, sin excusa, sin orden ni concierto, sin permiso, sin pretexto. Sin voz
y sin Ruido



Sin Ruido


Yo no sé si me has comprendido.
Es mucho más triste de lo que tú supones.
Esta música sapiencia del oído;
No me interrumpas sin amor, que muero.
Voy a vivir, no cantes, voy, estaba.
Una lámina fina de quietud.
Así se sabe que la idea es carne,
Una gota de sangre sobre el césped.
No respiréis, no mancho con mi sombra.
Un navío, me voy, adiós, el cielo.
Hielo de sangre, sangre que soporta.
Nave de albura. Adiós. Viaje. Extinguido



Vicente Aleixandre

2 comentarios:

Anónimo dijo...

quizás el escudo sea grande, fuerte, impenetrable, pero el calor entra, lo noto. la amistad nunca duerme, vigila, espera, ama. nunca pide, ni exige, ni pregunta. pero calienta en el hielo quieto del alma, sonríe en la adversidad del día más largo. acompaña lo inesperado, los temores del recorrido que todavía falta, el indescifrable mañana. ese camino que solo deja ver su principio, que es oscuridad, que nos desvela el color a cada paso que damos, nunca antes. yo soy amistad, no hay temor, mañana no existe puesto que estoy aquí hoy. vivo, lo noto, aunque no lo veo, sólo si miro atrás, pero no quiero, me quedo aquí, no retrocedo porque ya pasó. el tiempo es el peor de los dictadores, pero no tengo más que eso, no necesito más que eso, no deseo más que eso, tiempo, pero tiempo lleno, ahora no espero puesto que la plenitud está en mi, o en ti, el tiempo sólo es eso, tiempo.

Anónimo dijo...

como si llegaran a buen puerto mis ansias, como si hubiera donde hacerse fuerte, como si hubiera por fin un destino para mis pasos, como si encontrara mi verdad primera, como traerse al hoy cada mañana como un suspiro profundo y quedo, como un dolor de muelas aliviado, como lo imposible por fin hecho, como si alguien de veras me quisiera, como si al fin un buen poema me saliera, una oración...
J. SABINA