¿No te parece, Mauro, que cuatro años son demasiadas excusas para no habernos encontrado ya en mi boca?
12 comentarios:
Anónimo
dijo...
desde luego que son muchos, y cada día pasa como una nube, que aunque intentemos cogerla para que no se vaya, somos incapaces. un cálido abrazo desde donde habita el interminable sol.
Señora, disculpe usted, pero... ¿no será mejor esperar? ¿y descorchar esa botella de lo que parece un vino muy bueno en alguna ocasiòn especial? Digo, ya sé que cualquier puede ser especial y que quizá no hay que buscar excusas, pero...
Fe de erratas 2 (ocurre que yo sí estoy degustando un vino, aunque no tan bueno como el suyo): "ya sé que cualquier ocasión puede ser especial". Ahora sí.
Sí emejota... y dan ganas de hacerse a la mar, de caminar de puntillas sobre esas betas onduladas, como si fuera una corriente la madera. Arriar velas y no arribar a puerto.
La consistencia de lo nuevo… tienes razón emejota, debe ser por eso que cuatro años no son nada y olvidé todo lo demás, incluso a Mauro.
EL tiempo es el rio donde se mezclan todos nuestros ritmos. Por ellosi el ritmo de un mauro son cuatro años, quizas podamos esperarlo tomando un marques de vargas o un crater. El tiempo como ya nos avisaba el conejo de Lewis Carroll es muy relativo.
He seguido el hilo de lo que dijiste y puede que sí que sea la hora de un crater. De atravesar un jardín de aromas, de encontrar el sabor atlántico con su fondo mineral, como un misterio floreciendo en mi boca.
Sí... quizá sí. El tiempo y la distancia relativa mezclándose en ese río del que hablas o en la cóncava hondura de una copa.
12 comentarios:
desde luego que son muchos, y cada día pasa como una nube, que aunque intentemos cogerla para que no se vaya, somos incapaces.
un cálido abrazo desde donde habita el interminable sol.
Tienes razón dd... cada día pasa como una nube. Hay que descorchar las botellas.
Un abrazo fuerte desde la bruma
Quizá, pero los cuatro años han sido la excusa para conocer la textura de ese parquet que luce la consistencia inocente de lo nuevo.
Señora, disculpe usted, pero... ¿no será mejor esperar? ¿y descorchar esa botella de lo que parece un vino muy bueno en alguna ocasiòn especial? Digo, ya sé que cualquier puede ser especial y que quizá no hay que buscar excusas, pero...
Se la saluda. Amablemente.
Fe de erratas: "ya qué cualquier ocasión puede ser especial" y no "ya sé que cualquier puede ser especial". Desde luego.
Disculpe.
Fe de erratas 2 (ocurre que yo sí estoy degustando un vino, aunque no tan bueno como el suyo): "ya sé que cualquier ocasión puede ser especial".
Ahora sí.
Sí emejota... y dan ganas de hacerse a la mar, de caminar de puntillas sobre esas betas onduladas, como si fuera una corriente la madera. Arriar velas y no arribar a puerto.
La consistencia de lo nuevo… tienes razón emejota, debe ser por eso que cuatro años no son nada y olvidé todo lo demás, incluso a Mauro.
Un beso
Para celebrar cualquier vino es bueno.
Este, a este paso, cuando lo tome se va a notar plano.
Fueron divertidas sus erratas.
Un abrazo, cuídese y brinde!!
EL tiempo es el rio donde se mezclan todos nuestros ritmos. Por ellosi el ritmo de un mauro son cuatro años, quizas podamos esperarlo tomando un marques de vargas o un crater. El tiempo como ya nos avisaba el conejo de Lewis Carroll es muy relativo.
Saludos
He seguido el hilo de lo que dijiste y puede que sí que sea la hora de un crater. De atravesar un jardín de aromas, de encontrar el sabor atlántico con su fondo mineral, como un misterio floreciendo en mi boca.
Sí... quizá sí. El tiempo y la distancia relativa mezclándose en ese río del que hablas o en la cóncava hondura de una copa.
Saludos Chicharrero terrible,
Es precioso el minúsculo pero preciso texto de este post. Todo sugerencia (abierta) Enhorabuena (todo un microrrelato)
Muchas gracias Fackel, por tu apreciación. No había reparado en que Mauro también podía ser visto como microrrelato. Qué bien! Gracias!
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